Ahora que estamos en campaña electoral, suenan propuestas de todo tipo. Aunque ninguna sección pueda asegurar que pueda llegar a ejecutarla, ya que la última palabra la tiene la empresa y los agentes del sector público, sí que son un indicador de dónde van a dedicar sus esfuerzos o a qué colectivo se están dirigiendo.
Entre las diferentes propuestas, está la del “séptimo componente”. Pero en realidad, ¿qué sabemos de esta propuesta? ¿en qué consiste?
Voy a tratar de arrojar algo de luz en este sentido, ya que no se mucho más que el título de la novela.
¿Qué es el séptimo componente?
Actualmente, las unidades de tierra con autobomba están conformadas por 6 componentes:
1 - Jefe de Unidad
1 - Subjefe
1 - Conductor AB
3 – Bomberos Forestales
A parte de estos 6 componentes hay dos figuras más, el Sustituto de Vacaciones Titular o SVT (anual) y el Sustituto de Vacaciones de Refuerzo o SVR (4 meses). Son figuras pivotantes que van saltando de turno y categoría para cubrir los vacíos que generan las vacaciones. Eso supone que actualmente, cada Unidad de Bomberos Forestales esté compuesto por un total de 13,33 trabajadores.
Pues bien, el séptimo componente lo que hace es sustituir el SVR por un puesto de todo el año, de tal forma que serían 14 el total de puestos por Unidad de BF, es decir, 7 por turno (y de ahí el séptimo componente). Se trata de un modelo que ya existe en bomberos y que permite mantener una dotación fija mientras se alternan para disfrutar de sus periodos vacacionales.
Otra opción sería un séptimo componente estricto, es decir, mantener una dotación fija de 7 personas por cada turno, pero esto implicaría un aumento de personal parecido al tercer turno, pero sin las ventajas operativas de esta última opción.
Esta propuesta va acompañada con alguna variante como el aumento de la dotación de las unidades helitransportadas a 20 (10 por turno).
¿Cuántos puestos de trabajo suponen en total?
En principio, y a falta de más información, el séptimo componente en las unidades de tierra no se aplicaría a las unidades de refuerzo, ya que no tienen la figura del SVR y además por una cuestión física, ya que en las unidades sin autobomba sólo caben 5 personas en el vehículo 4x4. Por lo tanto si contamos los actuales puestos de SVR, son uno por unidad de todo el año (40 en total).
¿Cómo se articula el séptimo componente dentro de la unidad?
Pues es una pregunta que no sé resolver del todo. Lo más sencillo, con la actual RPT es crear otro SVT para que pueda ejercer cualquier función. Sin embargo, hay que ser conscientes de que la creación de la figura del Bombero Forestal Conductor (o Polivalente) es inminente por la debilidad que supone que la autobomba dependa de una sola persona. Así pues es un modelo que, de aplicarse, hemos de hacerlo mirando a futuro
La cuestión es
que la figura pivotante, si bien recaería actualmente en los SVT,
con la unificación de categorías entraríamos todos en la rueda, es
decir, en función de los periodos vacacionales, podemos terminar
trabajando en un turno u otro, lo cual no tiene por qué ser ni bueno
ni malo. Lo importante aquí es dejar claro que ese "séptimo" podría ser cualquiera
¿Cuáles son las ventajas?
1. Se crearían nuevos puestos de trabajo que supondrían una oportunidad para conseguir un trabajo estable.
2. A nivel operativo, habría más personal los meses en los que hay 7 componentes reales (6 meses aproximadamente).
3. En las unidades helitransportadas, unificarían dotaciones y reforzarían la plantilla.
¿Cuáles son los inconvenientes?
Bien, aunque a priori pueda parecer que no hay inconvenientes en esto de ampliar plantilla, si miramos un poco más allá y, sobretodo, con ojo de empresa, descubriremos que detrás hay amenazas que igual no hacen la propuesta tan apetecible.
1. Limitaciones físicas y capacidad de carga
Actualmente nos cuesta horrores llevar en los vehículos todo el equipo. En los últimos años, mientras los 4x4 han ido reduciendo su capacidad y espacio disponible, paralelamente se han ido añadiendo nuevos elementos: caja jerricán, células inmovilizadoras, nueva motosierra, cuñas, martillo, eslingas, mosquetones, poleas, etc... Además, los nuevos EPIs de intervención, tanto de incendios como de clima adverso, aunque suponen un avance en seguridad, son equipos más pesados y voluminosos. Todo ello hace que los vehículos estén siempre al límite de su capacidad.
Pero además, hay una limitación en cuanto a la carga, es decir, el Peso Máximo Autorizado (PMA) de los vehículos. Hace años, en Castellón se tuvieron que retirar las bandejas portamateriales y reubicar a uno de los bomberos forestales como acompañante del conductor de AB precisamente porque se estaba sobrepasando.
El modelo “séptimo componente” implica hacer auténticas virguerías para meter a 5 personas en los vehículos y pensamos que además, puede sobrepasar el PMA, con todas las repercusiones en seguridad que ello implica.
Todo ello exige de un estudio de viabilidad que todavía no se ha hecho.
2. Sin mejora operativa en verano
Como se ha explicado, realmente ya existía un séptimo componente en verano, ya que durante los 4 meses del SVR la dotación total de la unidad es de 14 profesionales. Por eso mismo, ese refuerzo no tendrá ningún efecto en esos meses, ya que permanecerían totalmente como hasta ahora... o no? Lo veremos.
Calendarización según modelo actual y séptimo componente
3. Amenaza de Movilidad geográfica
Hemos llegado fácilmente a dos conclusiones:
Que hayan siete personas en la unidad es un problema.
No hay ventajas en verano, porque la gente me sobra en invierno.
Si nosotros hemos llegado a estas conclusiones, seguramente lo hará la dirección de la empresa. Así que levantemos la vista y veamos un poco más allá y las implicaciones que a medio plazo puede llegar a tener esto.
En primer lugar, si fuerais un directivo de operaciones de la SGISE y os encontrarais con unidades que tienen 7 componentes y otras que andan casi inoperativas con 3 o 4 por falta de personal, ¿que haríais? Pues bueno, las matemáticas nos dicen que lo suyo sería enviar ese “séptimo componente” a las unidades que necesitan personal. Con ello alivio las unidades de 7 (las dejo en 6) y completo a las que tienen poco personal. Es decir activaría una movilidad geográfica.
No ver que esto
pasará es de pecar de inocentes e ingenuos. Entre otras cuestiones
porque la empresa tiene capacidad para hacerlo dentro de tu jornada
de trabajo por su poder de organización. Todos aquellos que
compartimos coche para ir a trabajar nos podemos encontrar con la
situación de que al volver al parque tras una movilidad ya no estén nuestros compañeros o todavía no hayan vuelto de un
servicio. Compartir coche sería imposible.
Por cierto, esto ya se intentó regular en uno de los convenios que nos quería aplicar la empresa (sí, el que firmaron CCOO y CGT) 👇
Y es que, una vez abierto el melón, da igual que muevan al "séptimo" o al sexto. Porque si mueven, lo harán siempre que sea necesario, aunque no sobre nadie.
Y...¿a quién le tocaría la china de irse de unidad? Pues ni idea.
4. Vacaciones ¿fuera de la época estival?
Sería el
siguiente paso de un buen director de operaciones. Trasladar el
séptimo componente a la época de máximo riesgo. No tiene sentido
ir con dotaciones de 7 personas en invierno mientras en verano tengo
a las unidades al borde de la inoperatividad. Y para eso habría que
introducir limitaciones en los periodos vacacionales, especialmente
en verano, para invertir la actual programación. Esto ya se hace en
bomberos, aunque claro... ellos con cambiar un día tienen nueve
días libres.
5. La misma temporalidad
Y es que esta fórmula no elimina la precariedad. Es cierto que convierte 40 puestos eventuales en puestos de todo el año, pero mantiene el actual sistema refuerzo, en los mismos términos. Puede que los de ahora tengan la oportunidad de consolidar su puesto, pero entrarán nuevos fijos discontinuos a ocupar sus vacantes. Y seguirán reclamando estabilidad.
5. Sin mejoras para el personal fijo
Es importante, a
la hora de aprobar nuevas medidas, valorar qué impacto tienen en el
conjunto de los trabajadores. La introducción del séptimo
componente da una oportunidad a las personas que buscan estabilidad
(aunque serán sustituidos por nuevos trabajadores eventuales), pero
supone un cambio de modelo que puede afectar al día a día de las
personas por todo lo que he explicado: movilidad, vacaciones, espacio,
seguridad, etc... Hay alternativas mucho más integradoras y necesarias a igual incremento en la masa salarial.
Mi opinión
Los 40 puestos suponen realmente un aumento de la masa salarial de 25 bomberos forestales, ya que los actuales SVR que ya hay equivalen a 15 trabajadores anuales. En el conjunto de la SGISE no supone gran cosa, pero sin embargo, antes de optar por esta fórmula, hay otras alternativas que sí integran las necesidades de todo el servicio. Por ejemplo, los puesto de segunda actividad.
Existe una gran inquietud sobre esta cuestión. Con un trabajo tan exigente como el nuestro, todos estamos en el bombo de que nos surja una patología y la mutua nos de un NO APTO. Todavía no hemos diseñado una segunda actividad, pero lo que tenemos claro es que necesitamos unos 50 puestos para cubrir ese 6% que negociamos con Tragsa. Aquí tenéis el extracto del acuerdo 👇
Esos puestos de segunda actividad ofrecen nuevos puestos de trabajo y seguridad para los que ya están, sin la necesidad de someterse al horizonte incierto que supone el modelo del séptimo componente.
Además,
implementar algo así no haría más que dificultar la aplicación de un
tercer turno. Una idea que ya está en la mente de todos y que en cada gran incendio ha demostrado ser más necesario que nunca. Los tiempos que
corren no son para parches ni experimentos, sino para reforzar la
plantilla y ganar operatividad real. El tercer turno y la segunda
actividad son opciones integradoras que mejoran la vida de todas
las personas y optimizan el operativo.Si se tiene que dar un paso adelante, que sea para avanzar de verdad.